Es importante dar visibilidad a las diferentes modalidades de violencia que enfrentan las mujeres con discapacidad.
Tal como lo refleja el último Estudio publicado por CEMUDIS, la violencia que se ejerce contra las mujeres sin discapacidad no es distinta a la ejercida contra las mujeres con discapacidad. Sin embargo, en nuestro grupo social, el riesgo se eleva y el modo de ejercer esa violencia adopta, en ocasiones, distintas formas. Dado que no todos los tipos de violencia son visibles o fáciles de identificar, en primer lugar, es preciso diferenciar entre violencia activa y violencia pasiva.
La violencia activa son aquellos actos violentos visibles e identificables de la persona agresora contra una mujer o niña con discapacidad. Por ejemplo, abuso o daño físico, insultos, aislamiento, amenazas, chantaje, agresiones, administración injustificada de fármacos, restricción de la movilidad, acciones que suponen la privación o el control sobre las propiedades y el dinero propio o de toda la familia. Las agresiones, el abuso o la explotación sexual comercial son formas de violencia activa.
La violencia pasiva es más sutil y no se identifica con facilidad. Algunos ejemplos son la retirada de cuidados, abandono físico o la negación o privación de aspectos básicos necesarios para el mantenimiento correcto de la salud, la higiene y el aspecto físico. También la retirada de apoyos técnicos para la autonomía personal, rechazos, privación de información, silencios continuados y otros actos que niegan o privan de atención, consideración, afecto y respeto a la mujer con discapacidad.
Tipos de violencia contra mujeres y niñas con discapacidad
Violencia física
Es un acto de fuerza contra el cuerpo de la mujer, con resultado o riesgo de producir lesión física, daño o muerte. La violencia física puede ser ejercida por familiares, pareja, amistades, figuras cuidadoras o de apoyo. Según datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer (2019) una de cada seis mujeres con discapacidad ha vivido violencia física de alguna pareja o expareja a lo largo de su vida.
- Violencia física activa: es un acto de fuerza contra el cuerpo de una mujer, con resultado o riesgo de producir una lesión física o daño, ejercida por otra persona.
- Violencia física pasiva: es la negación o privación de los aspectos básicos necesarios para el adecuado mantenimiento del organismo en cuanto a salud, higiene o apariencia.
Violencia psicológica
Toda conducta verbal o no verbal, que provoque en la mujer desprecio o sufrimiento. Junto con la violencia física es una de las más comunes y reconocibles en el imaginario social. Según el estudio Mujer, discapacidad y violencia de género (2020), el 96,4 % de las encuestadas ha vivido violencia psicológica de control, seguida de quienes han vivido la emocional (81,8 %).
Violencia sexual
Es la acción de intimidación o invasión no consentida sobre el cuerpo de la mujer con fines sexuales. Cuando no hay una conciencia de la intencionalidad de esa acción se habla de violencia sexual. Puede ser ejercida por figuras cuidadoras o de apoyo, familiares, pareja, amistades o profesionales de referencia. La violencia sexual contra las mujeres y niñas con discapacidad es una de las formas de violencia más invisibles y desconocidas, entre otras razones, por la constante infantilización que la sociedad ejerce sobre este grupo social.
Violencia obstétrica
Todo acto ejercido por el conjunto de profesionales sanitarios sobre el cuerpo de la mujer durante la atención en el preparto, parto y posparto. Cuando hablamos de mujeres con discapacidad es preciso añadir factores específicos como el trato deshumanizado, actitudes paternalistas ante la manifestación del deseo de una mujer de ser madre, información inaccesible, falta de consultas adaptadas, desconocimiento sobre prácticas médicas, falta de habilidades del personal sanitario, etc. Cabe señalar que en España, hasta el año 2020, el articulo 156 del Código Penal permitía esterilizar a mujeres con discapacidad sin su consentimiento. Puedes obtener más información en nuestra Guía de Actuación para la detección y prevención de situaciones de violencia hacia las mujeres y niñas con discapacidad desde el ámbito sanitario.
Violencia económica
Es el acto de privación, limitación o control abusivo del poder económico de la mujer. Es una violencia difícil de reconocer, ya que no siempre es palpable la privación, limitación o control de la economía de una persona. Según datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer (2019), las mujeres con discapacidad viven situaciones de violencia económica a manos de una pareja en mayor medida que las mujeres sin discapacidad (18,1 % de las que tienen o han tenido pareja en alguna ocasión con respecto al 11,6 %). Es ejercida por las personas próximas al entorno familiar como por los poderes públicos.
Violencia estructural
Hace referencia a la obstaculización y olvido del desarrollo de las mujeres y niñas, sobre todo de aquellas que tienen discapacidad, dentro de una sociedad, así como al incumplimiento de la cobertura de las necesidades básicas basado en el diseño no igualitario de las estructuras. Es responsabilidad de los poderes públicos equilibrarlo.
Violencia cultural
Aspectos culturales de la etnia, religión, ideología, lengua u orientación sexual que se emplean para justificar el uso de la violencia o el ejercicio de cualquier conducta discriminatoria.
Violencia digital
Según ONU Mujeres, la violencia en línea o digital contra las mujeres es cualquier acto de violencia cometido, asistido o agravado por el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones (teléfonos móviles, Internet, redes sociales, videojuegos, mensajes de texto, correos electrónicos, etc.) contra una mujer por el hecho de serlo.
Los diferentes tipos de violencia que se han señalado confluyen diariamente en la vida de las mujeres y niñas con discapacidad, y son casi imperceptibles para el resto de las personas, lo que aumenta el riesgo de exclusión social, ya que la vulnerabilidad se ve multiplicada, con menos acceso a la información y a los recursos.
Si necesitas más información puedes consultar:
CEMUDIS. (2022). Estudio para la detección y prevención de situaciones de violencia hacia las mujeres y niñas con discapacidad desde el ámbito sanitario.
ACADAR. (2015). Violencia contra las mujeres con discapacidad. Ver y reconocer las señales.
Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. (2020). Macroencuesta de violencia contra la mujer 2019.