La salud sexual y reproductiva de las mujeres con discapacidad ha sido históricamente invisibilizada. Esto se debe, entre otras cosas, a que el imaginario social las ha colocado en una especie de “eterna infancia” y las ha posicionado como sujetos asexuales. Como resultado, el acceso a información, servicios y productos relacionados con la sexualidad suele ser limitado, lo que lleva a una preocupante falta de atención a sus necesidades y derechos.
Los estereotipos que impiden ver a las mujeres con discapacidad como personas con autonomía y capacidad de decisión sobre su propio cuerpo, dificultan el acceso a una educación sexual con perspectiva de género que las encamine a autoafirmarse como sujetos sexuales. Esto representa una violación a sus derechos sexuales y reproductivos y contribuye a perpetuar la discriminación hacia ellas.
Es importante reconocer a las mujeres con discapacidad como sujetos plenos de derecho, para superar las barreras y estereotipos que limitan su acceso a la información y recursos necesarios para ejercer su sexualidad de manera libre y segura.
Maternidad y mujeres con discapacidad
Los derechos reproductivos se sustentan en la facultad que tienen todas las mujeres a tomar decisiones libres, responsables y sin discriminación, para llevar a cabo una maternidad segura y elegida.
Sin embargo, las mujeres con discapacidad se enfrentan a barreras y desafíos adicionales para ejercer estos derechos. En muchos casos, se criminalizan sus decisiones, deslegitimando su capacidad para ser madres y cuidar de sus hijas e hijos. Además, hay obstáculos físicos y sociales que dificultan el acceso a la atención prenatal, el parto seguro y el cuidado infantil. Estas desigualdades pueden deberse a la falta de información, la ausencia de servicios de salud y de apoyo adecuados, el estigma y la discriminación, entre otras causas.
Es necesario que se tomen medidas efectivas encaminadas a garantizar el derecho a la maternidad de las mujeres con discapacidad, favoreciendo el acceso a información sobre la reproducción, la crianza y el cuidado infantil. Asimismo, deben poder acceder a servicios de salud y atención pre y postnatal adecuados y accesibles.
Por otro lado, se deben tomar medidas para prevenir y erradicar la estigmatización y la discriminación hacia las madres con discapacidad. Es importante fomentar un cambio de mentalidad en la sociedad para que sean vistas como iguales y se les brinde el respeto y la protección adecuada.
Es fundamental asegurar el derecho a la salud sexual, entendida como un estado de bienestar físico, mental y social que comprende la posibilidad de disfrutar experiencias sexuales sin discriminación, violencia o perjuicios. Desde CEMUDIS seguiremos reivindicando las medidas que garanticen la libertad sexual de las mujeres con discapacidad, así como el derecho a decidir libremente sobre su maternidad.
Si quieres más información al respecto, puedes consultar el dossier “Derechos Sexuales y Reproductivos
(DSR) de las Mujeres con Discapacidad“, publicado por COCEMFE.